Atesoraremos siempre los momentos vividos con vos "Don Antonio Niz";
recibirte en nuestra casa allá en Corrientes;
verte llegar con Isaco o Avelino ,
escuchar tu" Manantialero ",
tus anécdotas de guri allá por Mburucuya..
Sabíamos de tu llegada, pero nunca de tu regreso.
Cuantas veces no encontró el sol en el patio de casa
entre chamame risas y silencios que por momentos nos invadían el alma.
Como olvidar aquel domingo de invierno que llegastes con tu Falcon
trayendo a Isaco,
bandoneón y guitarra, pidiendo permiso para darle una serenata
a nuestro hijo menor de apenas días ,
y además decir "Aquí llegan los abuelos".
Cuando nos contaba de tu infancia ,
tu primera "changa" entre mandiocales y algodonales ,
de tu primer guitarra ,de tu paso por Santa Ana,
de tus encuentros con Transito Cocomarola ,
de tus noches de guitarra con Salvador Miqueri.
Cuando nos hablabas de Zunilda (tu esposa) ,de tu casamiento en Itati ,
Cuantas anécdotas ,cuantas historias nos dejastes ,cuanta enseñanza!
¡Agosto! nos llevastes un amigo ,un padre ,un hombre humilde como pocos!.
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Ayer a primera hora de la tarde, pese a que estaba previsto hacer el trayecto hacia su pueblo con la congoja de sus seres queridos marcando los kilómetros de ruta, sus familiares decidieron dejarlo en Corrientes. Nicolás Antonio Niz, de una trayectoria extraordinaria, tuvo en su vida paz y en ella descansa para siempre, ahora en un panteón de Sadaic en el cementerio San Juan Bautista. Nacido en Manantiales, departamento de Mburucuyá el 6 de diciembre de 1923, fue un autodidacta de la guitarra que pulsa desde niño, con particular estilo que lo hace tomar posición en la escuela de los maestros, en el ámbito chamamecero. ‘Figura consular en la historia de la música de Corrientes‘, dice de él, el profesor Enrique Antonio Piñeyro, que en su libro ‘El chamamé, música tradicional de Corrientes: génesis, desarrollo y evolución‘, le dedica dos páginas. Un problema de salud, aleja a Antonio Niz de la última conformación que como músico tuvo en su carrera, integrando el trío ‘Trébol de Ases‘ con Salvador Miqueri y Avelino Flores. En siete décadas que preceden a ese momento, se puede citar su nombre junto al bandoneón de Eustaquio Miño; integró las filas de Mario del Tránsito Cocomarola en dos etapas y en el medio de ambas, acompaña a Ernesto Montiel en el ‘Cuarteto Santa Ana‘. Tocó la guitarra y grabó con varios conjuntos: Emilio Chamorro, Damasio Esquivel, Tarragó Ros, Miguel Repiso, Mauricio Valenzuela, Trío Isaco Abitbol, el conjunto de la cantante Leonila Esquivel, Paquito Aranda, Armando Nelli, Los Hermanos Barrios, entre otros. En la década del 70’ graba varias placas con el denominado ‘Evelio Osuna-Antonio Niz‘. A principios del 80’, se suma al conjunto de Paquito Aranda. Con Isaco (Abitbol) y el bellavistense Rubén Miño, hacen el famoso e inolvidable ‘Trío Pancho Cué‘. Como compositor tiene más de 170 éxitos, se inspira en la música del chamamé, que aprendió a amar desde niño y pisando suelo correntino lo hizo madurar con un talento incomparable. En este suelo suyo se despidió, con ese silencio lento que tienen los que saben decir aun sin palabras. Se iba “Caraí Agosto” del almanaque y en su despedida se llevó un músico nuestro. El pueblo alcanzó a rendirle su homenaje. Vendrán otros, quizás, puesto que un grande de la talla de Niz merecía algo más, seguramente. Pero por estas cosas del destino, justo ayer, un programa “Caza talentos” cerró las puertas del Vera para este grande entre los grandes. Tal vez haya tiempo para la revancha. El pueblo no olvida a su gente querida. |
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